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Es un postre sencillo, rústico y delicioso, que representa los sabores más auténticos de la isla.
200 g de queso majorero curado (de cabra, con o sin pimentón)
4 cucharadas de miel de palma o miel local
2 cucharadas de gofio de millo (o de trigo, al gusto)
Nueces, almendras o frutas secas (opcional)
Corta el queso: en lonchas gruesas o pequeños cubos, según prefieras.
Tuesta el gofio (opcional): en una sartén seca, tuesta ligeramente el gofio unos minutos para intensificar su aroma.
Monta el plato:
Coloca el queso en un plato o bandeja pequeña.
Espolvorea el gofio por encima o alrededor.
Riega generosamente con miel.
Añade frutos secos si lo deseas.
"Mientras más curado, más carácter": usa queso majorero curado fuerte para un contraste delicioso con la miel.
"El gofio no se come solo, se acaricia": no abuses, solo una lluvia ligera para que no apague el sabor del queso.
"La miel, si es de palma o tabaiba, mejor": son mieles típicas de Canarias y le dan un sabor único.
