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Un guiso reconfortante típico de las casas conejeras, especialmente en días frescos o festivos.
300 g de carne de vaca o pollo (opcional)
150 g de garbanzos (puestos en remojo la noche anterior)
200 g de papas
150 g de fideos gruesos
1 cebolla
2 tomates maduros
2 dientes de ajo
1 pimiento verde
1 hoja de laurel
1 cucharadita de pimentón dulce
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Agua o caldo
En un caldero grande, sofríe la cebolla, el ajo, el pimiento y el tomate rallado hasta que todo esté pochado.
Añade la carne troceada (si la usas) y rehoga.
Incorpora los garbanzos escurridos, las papas en trozos medianos y el pimentón. Remueve bien.
Cubre con agua o caldo y añade la hoja de laurel. Cocina a fuego medio unos 45 minutos.
Añade los fideos y cocina 10-12 minutos más hasta que estén tiernos.
Ajusta de sal y pimienta y deja reposar unos minutos antes de servir.
Truco de la abuela: el rancho sabe aún mejor al día siguiente. No olvides pan para mojar.
